La pandemia del COVID-19 se ha alargado mucho más de lo esperado. Una pandemia que, sin duda alguna, ha puesto obstáculos para todo tipo de acciones humanas y, sobre todo, solidarias. Sin embargo, la sociedad ya vivía una época que está ayudando a superar esos obstáculos. Esa época es la era de la digitalización, la que acerca a las personas por encima de las restricciones y complicaciones que ha impuesto el coronavirus en la sociedad. 

Como era de esperar, el campo de la iniciativa social también se está imponiendo sobre muchas de las situaciones adversas con nuevas y mejoradas formas de voluntariado. 

El voluntariado online consiste en dedicar una parte de tu tiempo a ayudar en un objetivo de interés social, de manera virtual. Al igual que el voluntariado habitual, requiere un compromiso a medio o a largo plazo (dependiendo del proyecto) del tiempo de cada persona. Ese tiempo y las acciones de voluntariado, en su mayoría (aunque hay excepciones) tienen la característica de que llevan a cabo directamente con las personas ayudadas. Sin embargo, la clave para definirlo es, por una parte, la manera virtual en la que se realiza y, por otra parte, el tiempo y el compromiso que requiere 

[Ofertas de voluntariado virtual]

El voluntariado digital, por su parte, se diferencia en que la acción de la persona voluntaria se limita a la ONG y el compromiso temporal es menor y suele ser muy puntual. Se entiende por voluntariado digital aquellas acciones que se valen de las tecnologías digitales para fomentar un proyecto o una entidad social. Por ejemplo, gestionar los perfiles de las  redes sociales o, también, escribir artículos sueltos para el blog de la página web de las ONG. 

Hay que comentar que muchas veces ambos tipos de voluntariado se utilizan como sinónimos. Incluso se suele interpretar toda acción que requiera de tecnología digital como voluntariado digital. 

Esa diferenciación es clave para entender en qué consiste el voluntariado virtual y si tu ONG tiene las características y la capacidad para poder ofrecerlo cómo proyecto. A continuación se exponen varios tipos de voluntariado online que se están llevando a cabo de forma eficaz:

  • Refuerzo escolar

Recibir una buena educación es fundamental, pero muchas personas no llegan a adquirirla.. Puede ser por todo tipo de dificultades como no poder seguir el ritmo, un nuevo idioma,, falta de material, obstáculos para acceder al centro, etcétera. Todo ello, agravado en época del coronavirus y situaciones tan diversas como complicadas, pueden ser atendidas por entidades sociales de manera virtual. 

  • Asesoría técnica y voluntariado corporativo

Personas cualificadas aportando sus conocimientos de manera gratuita y desinteresada. Conocimientos técnicos que asesoran a profesionales o jóvenes que carecen de recursos suficientes o tienen problemas (por ejemplo, burocráticos) para llevar a cabo sus proyectos. Muy utilizado para ayudar a personas que viven en países en vías de desarrollo, pero, se puede transferir a comunidades mucho más cercanas. 

Otro ejemplo es que las entidades de iniciativa social requieren de más personas implicadas que ayuden a tener las plataformas digitales de las entidades en correcto funcionamiento. Hay trabajos que son muy técnicos que cualquiera no es capaz de hacer y que no requiere mucho esfuerzo para otras personas. Es una muy buena opción si se consigue que personas solidarias de este estilo se identifiquen con tu entidad para echar una mano.

  • Acogida de personas sin hogar (se pueden conectar relaciones que ofrezcan casas o habitaciones…)

Es cierto que el COVID-19 restringe muchísimo las acogidas a personas sin hogar. La acogida es un proceso que se ha visto realmente dañado. Sin embargo cabe la posibilidad de conectar las personas (mediante teléfono, redes sociales…) sin hogar con pisos de acogida o personas que acogen a las personas sin hogar. 

  • Apoyo y acompañamiento

El acompañamiento, puede que el comportamiento humano más afectado por el coronavirus. Ya se venía diciendo que la sociedad era cada vez más individualista y las personas en situación de soledad forzada iba en aumento. Sin embargo, esta situación lo ha llevado a límites mucho más graves. Enfermedades mentales, situaciones en crisis, soledad, enfermos de cáncer, mujeres embarazadas y un etcétera de situaciones múltiples que requieren la escucha activa y empatía que les puede ofrecer una persona voluntaria. 

  • Dar apoyo de traductor o traductora

La traducción de idiomas es una posibilidad clara. A una persona que no domine el idioma local, con no demasiado esfuerzo, se le puede aportar una grandísima ayuda. Pero también traducir informes y procesos técnicos como los médicos, judiciales, etcétera que requieren una muy buena comprensión. 

  • Microvoluntariado 

Prácticamente un voluntariado por tareas concretas y puntuales con la que se contribuye al objetivo de la entidad social. Todo tipo de gestos y acciones que aportan valor pero que son muy específicos, tanto con las personas usuarias como con la ONG. Aunque las posibilidades son infinitas, un ejemplo sería la de visibilizar una situación de extrema vulnerabilidad de una persona, una persona con una enfermedad rara que no tiene tratamiento por los servicios de salud locales, que requiere traducción de panfletos para su campaña. La tarea se limita a traducir ese panfleto de ese caso en particular y listo. 

*Si la idea es ofrecer un voluntariado virtual con perspectiva internacional, se recomienda tener bien definido el territorio al que se pretende ayudar. Sobre todo por focalizar los esfuerzos y tener un buen conocimiento de la realidad en dicho territorio.